martes, 20 de noviembre de 2012

Se quiere destruir la Sanidad pública madrileña :: El Médico Interactivo ::

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Se quiere destruir la Sanidad pública madrileña

Madrid (20/11/2012) - Marciano Sánchez Bayle y Sergio Fernández Ruiz, presidente y vicepresidente respectivamente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid
 
El principal objetivo del proyecto de presupuestos que acaba de presentar el Gobierno del PP de la Comunidad de Madrid es destruir la Sanidad pública de la región. Y esto puede asegurarse sin ningún género de dudas a pesar del discurso "orwelliano" del actual presidente autonómico, que dicho sea de paso, no fue elegido para tal cargo por los madrileños.

La destrucción de la Sanidad pública no comienza con este proyecto de presupuestos sino que fue iniciada por el PP en Madrid desde que asumieron las transferencias sanitarias en 2001. Desde ese momento se han incrementado notablemente las externalizaciones, los conciertos y las derivaciones al sector privado, a lo que se ha unido la construcción de los nuevos hospitales utilizando vías privadas (concesiones administrativas) o semiprivadas (iniciativas de financiación privada). Los resultados son bien conocidos: se abrieron muchos hospitales, pero no se aumentó el número de camas porque se cerraron en los hospitales antiguos (resultado la Comunidad de Madrid sigue estando por debajo de la media de camas/1.000 habitantes de España, que por cierto ocupa el penúltimo lugar en Europa), el numero de profesionales (médicos, enfermería, etc) /1.000 habitantes era en estos centros muy inferior al de los hospitales tradicionales, los niveles de calidad de la atención eran menores (la ciudadanía y los profesionales prefieren los antiguos), y sobre todo, los costes se dispararon (en 2011  el coste cama anual de los centros públicos era de 307.187 € frente a 485.970 € de los hospitales privados y semiprivados) y además funcionan con una opacidad incomprensible para centros que son financiados con centros públicos (en 2009 se incrementó en 1,9 millones € anuales el canon de estos hospitales de manera clandestina). En resumen, tenemos unos hospitales mas caros, con menos personal y sin aumentar las camas hospitalarias, probablemente son el origen de la deuda sanitaria que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se empeña en ocultar con escaso éxito: 1600 millones € en diciembre de 2011.

Pero todo esto se realiza en un entorno de subfinanción crónica del sistema sanitario madrileño. El Gobierno del PP de Madrid dedica muy poco dinero a la Sanidad desde las transferencias, de hecho está siempre en los últimos puestos de financiación per cápita (en 2012 el presupuesto destinaba 140 € per cápita menos que la media de las CC.AA.). Si el presupuesto sanitario hubiera sido el del promedio de las CC.AA. se habrían destinado 2.144 millones € más, y ya se sabe, un presupuesto insuficiente produce pobres servicios y deudas acumuladas, si a eso le sumamos las privatizaciones y su sobrecoste, tenemos el cuadro definitivo: una Sanidad empobrecida, deteriorada y endeudada, un escenario excelente para servir de excusa a la privatización.

En el medio por supuesto han pasado muchas otras cosas, se hizo una Ley que se cumplió poco (la LOSCAM, ¿se acuerda alguien que fue de las agencias sanitarias vendidas como la panacea para todos los problemas?), un sistema de garantías de las listas de espera quirúrgica trucado (porque se cuenta la demora desde que ve a los pacientes el anestesista y no desde que se hace la indicación como se hace en el resto de España y del mundo), la eliminación de la Dirección General de Salud Pública y la agencia correspondiente (justo cuando la OMS alerta de la necesidad de estar atentos a las posibles nuevas epidemias), la desaparición de las áreas sanitarias supuestamente para favorecer la libre elección (que casi nadie ejerce a pesar de la propaganda oficial) y para disminuir los cargos administrativos (todos recolocados en puestos más o menos absurdos, porque ya se sabe que hay que ayudar a los enchufados, los parientes y los amigos), y por fin "para eliminar costes" se suprimieron todos los organismos de participación y asesoría científica (para qué reunir a una gente que nos dice lo que no queremos oír y que por otro lado tampoco la hacemos caso). En fin, toda una serie de despropósitos que evidencia una ausencia de conocimiento técnico y la decisión de desmantelar todo lo que pueda suponer control público y pueda oponerse a sus deseos privatizadores.

El nuevo proyecto de Presupuestos de Madrid no sólo desarticula y privatiza casi toda la red pública (hay que conservar algo para que no se produzca un desastre inmediato), sino que abre espacios de privatización en la Atención Primaria (la base del sistema) y ello a pesar de que la experiencia no ofrece evidencias de que mejore la atención de los ciudadanos ni se disminuyan los costes, y vuelve a culpabilizar a los ciudadanos de los medicamentos que toman (¿Cuándo se van a enterar de que el SNS sólo sufraga los medicamentos recetados por un médico que piensa que son útiles para conservar la salud o la vida de sus pacientes?) y lo hace de la manera mas irracional posible, volviendo a penalizar  a los que más medicamentos consumen, muy probablemente porque están mas enfermos. Los que ya están castigados con el copago del RDL 16/2012 y con el "medicamentazo". Ya se sabe no subimos impuestos pero ponemos uno nuevo sobre la enfermedad.

Esto es lo que hay. Pero no nos tenemos que engañar, no se trata de unas personas equivocadas o despistadas, desde hace tiempo el PP está avanzando en una política sanitaria que tiene una única finalidad, destruir el Sistema Nacional de Salud, deteriorándolo, privatizándolo y creando barreras de acceso a las personas con menos recursos porque quieren cambiar el modelo sanitario e instaurar un sistema de seguros donde los mas pudientes tengan un buen seguro privado, los trabajadores un seguro sanitario de baja calidad y el resto de la población dejarlo en manos de la beneficencia, se quiere retroceder 40 años en el sistema sanitario. Son bien conocidos los problemas y las notables insuficiencias de ese modelo: es más caro, menos equitativo y solidario, de peor calidad y empeorara notablemente la mortalidad y el nivel de salud de la ciudadanía. No debemos dejar que suceda, los profesionales sanitarios y la ciudadanía tenemos que hacer notar nuestro mas firme rechazo.

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